Chile, aunque cuenta con una legislación sobre emisión de radiación electromagnética, mantiene índices alarmantes al respecto. Si se toma como referencia los niveles recomendados.  La radiación electromagnética deteriora considerablemente la salud, principalmente a largo plazo, razón por la cual no se han podido establecer efectos del uso de teléfonos celulares, al ser un  dispositivo tecnológico de masificación reciente

. La sociedad cada vez se hace más dependiente de estos artefactos, cada vez más los necesitamos para comunicarnos, informarnos y entretenernos. Según estadísticas recientes, el 55% de los chilenos pasa más de 1 hora al día en las redes sociales[1], y esto sin contar las infinitas aplicaciones que están a la mano gracias a los avances tecnológicos. Es habitual llevar todo el día el  celular en el bolsillo, en la mano o cerca del rostro, incluso dormir con él cerca. Según la Organización Mundial de la Salud[2], por cada 100 horas de uso del móvil, el riesgo de padecer un tumor cerebral aumenta en un 26%(al igual que con la radiación de las redes Wi-Fi). Por otra parte, el vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental, apunta que los más vulnerables a estos daños son los niños pequeños, las embarazadas, las personas mayores y enfermos. [3] Andrei Tchernitchin, académico del Laboratorio de Endocrinología Experimental y Patología Ambiental del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, ha comprobado que hay estudios científicos que indican que los celulares causan daños a la salud, como por ejemplo que daña el tejido cerebral. Entre los problemas más comunes y visibles son el dolor de cabeza, el cansancio crónico, dolor de oído e insomnio[4], que son muy bien presentados en la sociedad chilena. Según estadísticas[5] el 50% o incluso más de la población mundial padece de dolores de cabeza, y Chile no se ausenta de ello, posiblemente por las cantidades de horas en estos objetos.   Dentro de la legislación chilena, existe la Ley 20.599 que “Regula la instalación de antenas emisoras y transmisoras de servicios de telecomunicaciones”. Nuestra iniciativa pretende crear una legislación basada en el precedente que creó esta ley, orientada al control y racionalización de emisión de radiación electromagnética producida por los teléfonos celulares. Para solucionar esta preocupación se propone que: - Las compañías de telefonía móvil realicen campañas informativas dirigidas a la prevención de la sobreexposición a la radiación de los dispositivos. - Se establecerá la obligatoriedad del rotulado de los envases de teléfonos móviles, mediante íconos que señalen los niveles de radiación, ya sea bajos o altos. La norma quedará definida según la recomendación de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones)   como 1,6 W/Kg según la tasa SAR (tasa de absorción específica) como índice máximo para ser considerado seguro. Además, deberá incluirse en los empaques advertencias sobre los riesgos del mal uso y de las sobreexposición, en un texto llamativo y de fácil lectura.   -Se prohibirá que la publicidad de telefonía móvil se dirija al público menor de 12 años, y que las empresas utilicen en sus campañas de marketing promociones asociadas como juguetes o similares.    Esta Iniciativa es viable, porque necesita un quórum de ley simple (mayoría de los miembros presentes). Además es factible, pues recoge una preocupación transversal a todos los sectores sociales y políticos, la cual es que el Estado debe cumplir con su misión de garantizar la calidad de vida de todos los ciudadanos, velando por su salud y bienestar, a través de la concientización acerca del peligro de la exposición a radiación electromagnética y la obligación de las empresas de informar los niveles de radiación de sus productos, y si estos se encuentran dentro del estrato de riesgo.