El sistema de AFP (administración de fondos de pensiones) o de capitalización individual está vigente desde noviembre de 1980, durante el régimen militar de Augusto Pinochet y considera como principales beneficios las pensiones de vejez, de invalidez y de sobrevivencia. Su objetivo fundamental es asegurar un ingreso estable a los trabajadores que han concluido su vida laboral, procurando que dicho ingreso guarde una relación próxima con aquél percibido durante su vida laboral. Se financian a través del cobro de comisiones a sus afiliados y podrán aumentar los ahorros de estos mediante inversiones.
A través del Decreto Ley Nº 3.500, publicado en Noviembre de 1980, se cambió el antiguo sistema de pensiones (INP, cajas de empleados, etcétera) que consistía en un fondo de ahorro común en que todos los trabajadores debían aportar. Ahora hay un sistema de capitalización individual, en que cada persona tiene una cuenta individual para su pensión de vejez.
Entrar a una AFP es obligatorio para todos los trabajadores dependientes. Los trabajadores independientes pueden afiliarse en forma voluntaria. Las AFP son fiscalizadas por la Superintendencia de Pensiones, el cual es un órgano del estado. Se relaciona con el Gobierno a través del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, y esta también se creó por el Decreto Ley Nº 3.500 de 1980.
Pero, entonces¿cuál es el problema?
1º Aumento en el Monto Mínimo de Pensión Básica:
La edad mínima para recibir una pensión de vejez por parte de las AFP es de 65 años en el caso de los hombres y 60 en el de las mujeres. Además el valor mínimo de pensión es de $60.000 para 55% de la población (según el decreto implementado en el año 2008, por la presidenta Michelle Bachelet), y de $75.000 para el 45% más pobre de la población.
Este monto corresponde aproximadamente a la cuarta parte del sueldo mínimo establecido. Si tenemos en cuenta que este es de $241.000 y, que es calculado sobre una base mensual en que el individuo que lo recibe puede solventar todos sus gastos básicos y, aún le queda un resto de saldo. Pensando en esto último, ¿cómo es posible que una persona de edad avanzada, que no cuenta con otra fuente de ingresos más que su pensión mínima ($60.000), logre saldar sus insumos básicos mensuales?
Es por esto que nuestra propuesta plantea un aumento en la pensión mínima actual, de tal manera que se maneje un monto próximo al del sueldo mínimo establecido.
2º Reducción del Porcentaje de Comisión que Exigen las AFP:
Es de conocimiento público que estas administradoras reciben el 10% de la renta mínima imponible (que es de $181.500), pero de este 10% que se recibe, las AFP exigen un 11,4% de comisión, lo cual es, desde nuestro punto de vista, un aprovechamiento por parte de las administradoras.
Por esto proponemos disminuir el valor de comisión de las AFP.
El estado, no ha estado ajeno a estas situaciones, es por esto que a modo de respuesta ante la ciudadanía, crea la Comisión Bravo, ente encargado de analizar la situación actual, recoger opiniones y redactar dos informes con nuevas iniciativas para el sistema nacional de pensiones. Esta comisión entre sus planes tiene estudiar el decreto de ley 3.500, con la idea de poner fin al giro único de las AFP, permitiendo así que actores distintos como bancos, aseguradoras, administradoras de fondos mutuos y cajas de compensación, gestionar los ahorros previsionales obligatorios.
Lo que no significa una solución directa al problema puntual del país, pero si es posible considerarlo como un primer paso.
Como conclusión podemos establecer que, estos dos puntos se complementan en pro de un bien común. Todos algún día llegaremos a una edad en la que dependeremos del sistema de administración de fondo de pensiones, y ese día querremos que éstas tengan un funcionamiento pulcro, justo y equitativo. Una interrogante que surge en este momento es: Si quieres un servicio apropiado y eficiente para tu futuro,¿por qué no permitírselo a los que actualmente hacen uso de él?.