Chile ha experimentado un crecimiento
económico sostenido; desde ya hace varias décadas, este crecimiento también ha
incidido en el ámbito social, por lo que, la calidad de vida ha aumentado y con
esto también, el poder adquisitivo de los chilenos. Electrodomésticos y
aparatos tecnológicos son cada vez más masivos en un país que, poco a poco, se
acerca al desarrollo. Por otro lado, el área industrial ha cursado también un
adelanto significativo. Este progreso, ha envuelto a la nación en el
planteamiento de la polémica acerca de la urgencia de producir energía
eléctrica, capaz de satisfacer las necesidades que un país requiere para su
desarrollo versus los costos negativos en los ámbitos medioambiental, económico
y social, sin dejar de lado los problemas de salud de la población, siendo, en
muchas ocasiones, el Estado quien debe costear los gastos que esto conlleva.

Las
centrales termoeléctricas producen, aproximadamente, el 60% de la energía
eléctrica del país. Éstas, se ubican a lo largo de toda la costa nacional y en
ocasiones, al interior.

La discusión
sobre los impactos que producen estas centrales se ha vuelto un tema de
contingencia mundial, por considerarse una de las causas directas de los
problemas medioambientales. Según estudios de la OCDE ^[1],
Chile presenta serias falencias, al
compararse con los países pares, en diversos indicadores medioambientales y desastres
naturales.

De acuerdo a estudios sobre el impacto de las termoeléctricas en la
salud humana, realizados por el Jefe ^[2] del LEEPA, de la Universidad de Chile, revelan un
incremento de patologías relacionadas con dicha contaminación, provocando desde
conjuntivitis hasta la muerte.

Las caletas de pescadores artesanales se ven fuertemente perjudicadas
por la pérdida de biodiversidad marina, debido al aumento de temperatura que
ejercen  las aguas vertidas por las centrales al ser devueltas al mar.

La ley
19300, Aprueba Ley Sobre Bases Generales del Medio Ambiente, tiene por objeto
la conservación de este, velando por un desarrollo sustentable. El 
artículo 2°, en la mayoría de sus letras, no se respeta, pues las centrales
termoeléctricas son responsables de gran parte de la contaminación
medioambiental, el deterioro en la salud y calidad de vida de la población.

El objetivo
de esta iniciativa es formar una moción que prohíba la construcción de futuras
centrales termoeléctricas, y mande el reemplazo de las actuales plantas
termoeléctricas por centrales de energía sustentable.

La
construcción, por ejemplo, de paneles fotovoltaicos es rápido y no se requiere
de mayores inversiones asociadas, Chile puede obtener el doble de la producción
de energía que Alemania (país con la mayor capacidad solar instalada del mundo)
y 45% más que el sur de España, gracias a sus condiciones únicas, clima más
seco del mundo, altura y temperaturas moderadas. ^[3]

Para la
aplicación de esta ley proponemos una serie de puntos:

a)
Prohibición de la aprobación y construcción de centrales termoeléctricas en
todo el territorio nacional.

b) Una vez
aprobada la ley de Sustitución de Centrales Termoeléctricas por Centrales de
Energía Sustentables, se les dará prioridad a los capitales invertidos en
centrales termoeléctricas para la construcción de plantas de energías
sustentables. Con esto, se busca no causar un colapso en el rubro, fuga de
capitales, ni provocar un aumento de la cesantía.

c) La
construcción, de centrales sustentables, se efectuará a través de licitaciones,
en las que podrán concursar capitales nacionales y extranjeros.

d) La
implementación y mantención de las centrales, correrán por cuenta de quienes
ganen las licitaciones.

e) El plazo
máximo para la sustitución completa de las centrales termoeléctricas será en
enero de 2030.

Este proyecto de ley, busca solucionar
tres grandes problemáticas; la primera es mejorar la salud de un importante
número de chilenos que sufren patologías  por encontrarse cerca de éstas.
La segunda problemática, es combatir los problemas medioambientales producto de
los gases y partículas que emanan de las centrales. La tercera, es mejorar la
situación por la que atraviesan los pescadores artesanales y agricultores de
las zonas aledañas a las plantas termoeléctricas.

“Sólo cuando
el último árbol este muerto, el último río envenenado, y el último pez
atrapado,  te darás cuenta que no puedes comer dinero”.

Sabiduría
Indoamericana.

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^[1] Estudio “Índice de Sustentabilidad Ambiental 2005”.

^[2] Dr.
Andrei Tchernitchin, miembro titular del Consejo Nacional de Desarrollo
Sustentable de Chile.

^[3] http://aguamarket.blogspot.com/2012/04/la-energia-solar-se-puede-transformar.html