Los grandes problemas de la humanidad han venido la mayoría de las
veces por el hecho de no poder entendernos entre nosotros, distintos motivos
han  llevado a que el ser humano durante
su historia se enfrente entre sí, por superioridad, por afán imperialista, por
poder político, económico, social o cultural, en fin, nuestro problema central es
la mala convivencia existente en nuestro país, principalmente por el hecho de
sentir mejor o superior a otros, a indicar o llamar a las personas de  “diferentes”, por imposición de una cierta
visión de mundo, por mentalidades superadas que sin embargo se niegan a morir.

En este sentido, la actual ley promulgada en el congreso sobre la
Anti-discriminación es un pequeño paso para regular las relaciones
interpersonales entre los chilenos, sin embargo, una ley de este tipo sólo
puede ser vista desde el ámbito judicial, pero olvida y no se hace responsable
de un cambio que debemos pensar a largo plazo, un cambio de mentalidad, de
cultura, de miradas. Desde esta perspectiva creemos que es necesario aterrizar
principalmente a los jóvenes esta ley, profundizarla en todos los ámbitos que
los jóvenes ocupan y principalmente en las instituciones educativas, en la
enseñanza media, que es el espacio del cuál provenimos nosotros como
estudiantes.

Planteamos como proyecto de ley, y principalmente como una moción
al congreso nacional, la necesidad de establecer la obligación de todas las
instituciones educacionales en el país para establecer medidas claras que
irradien una cultura  por una mejor
convivencia no sólo entre los alumnos, sino también en las familias y
comunidad, este proyecto de ley establece la creación no sólo de asignaturas
tendientes  a una mejor tolerancia y
respeto por las diferencias humanas, sino un compromiso real de generación de
políticas de parte del Estado y el ministerio de educación para una mejor convivencia
nacional, que parta desde la escuela. Es decir, que nazca un organismo que se
relacione tanto con el ministerio de educación como con el ministerio de de
desarrollo social, este organismo debiese ser una superintendencia encargada de
realizar actividades tendientes a una mejor convivencia nacional, entre
instituciones educaciones como organismos comunales como juntas de vecinos, la
llamaríamos superintendencia para la convivencia nacional.

En el artículo 2º de la ley se da a conocer que es el Estado el
encargado de arbitrar las acciones que permitan la igualdad de los derechos de
las personas, de esa forma creemos que es deber del Estado encargarse de que no
sólo quede en la teoría ni en el poder judicial esta ley, sino que se encargue
de permitir que desde los primeros años la población chilena pueda vivir en una
sana convivencia nacional, generando un nuevo trato desde la escuela.

Deberemos hacernos cargos de los distintos ámbitos de
discriminación que vive un ser humano, desde el social, religioso, político,
económico, cultural, étnico, edad, filiación, etc, en un ambiente que nos
enseñe a crecer alejados de prejuicios, buscando una historia que nos una como
chilenos y deje de separarnos por problemas del pasado.

De esta forma, crecer en una sociedad que vea al ser humano como integral,
donde el respeto, la tolerancia y la igualdad se convierten en pilares
fundamentales de la vida, es así como nuestra pregunta inicial ¿Cómo aplicar la
ley antidiscriminación en las instituciones educaciones?, se vuelve una
necesidad y nuestra solución se concentra en la práctica que cómo institución
llevamos, creemos que esta es una, no la única claro está, de las formas que
podemos lograr que la desigualdad social y la convivencia como país vaya
mejorando cada día más, es formando desde pequeños a los alumnos en una cultura
de la tolerancia, la igualdad y el respeto. Pero, nuestro proyecto de ley nace
de múltiples preguntas, nuestro proyecto de ley plantea la necesidad de normar
y hacerse cargo de una mejor convivencia nacional, y nuestras preguntas plantean
el ¿Cómo profundizar la ley antidiscriminación y aterrizarla en la práctica
educativa?, ¿Qué elementos utilizar?, ¿Qué acciones seguir?, ¿Qué enseñanza
darnos?, ¿Qué ideas ocupar?, ¿Cómo crecer en una sociedad de la tolerancia?,
son preguntas que encontraran su respuesta en nuestro trabajo de proyecto de
ley, es nuestra propuesta destinada a ser
discutida en el Congreso Nacional cuyo propósito es normar no sólo las
conductas de los ciudadanos, sino la de todos los nacionales, mayores o no de
18 años y su relación con el Estado. Es nuestra moción a nuestros
parlamentarios. La creación de una superintendencia encargada de la convivencia
nacional y que trabaje con el ministerio de educación como con el ministerio de
desarrollo social.