Iniciativa de proyecto de ley: 'Formación juvenil y entorno social actual'


Colegio Diego Portales - COYHAIQUE - Región de Aysén



Señores representantes del congreso nacional, señores del jurado, representantes del concurso Delibera,  

representantes de los demás colegios y público presente, tengan ustedes muy buenos días.

Hoy en día estamos en presencia de nuevas necesidades educativas por parte de la juventud, sobre todo en áreas de la salud, embarazo adolecente, pobreza, disfunción familiar, carencias afectivas, baja autoestima, deserción escolar y consumo de alcohol,  drogas. Por otro lado no se tratan temas como la discriminación social, sexual y racial que muchos adolescentes viven hoy en día, entre otros, puesto que la educación formal del currículo ministerial centra su formación en la simple adquisición de conocimientos y contenidos y no en la formación integral de los individuos y de sus inquietudes.

En la actualidad es de público conocimiento que el embarazo a temprana edad y enfermedades de transmisión sexual son principales consecuencias de actividad sexual precoz y sin protección. Mensajes en medios de comunicación donde la sexualidad es producto asociado al éxito, además de carencia de información y condiciones de hacinamiento, pobreza, disfunción familiar, carencias afectivas, baja autoestima, deserción escolar y consumo de alcohol y drogas son otros factores de riesgo importantes a considerar, según datos entregada al CONACE por la doctora Adela Montero Gineco Obstetra y Especialista en Ginecología Pediátrica y de Adolescencia.  Además se hace preciso destacar que en la última década, el Instituto Nacional de Estadísticas informa que el número de madres adolescentes en Chile se ha incrementado pasando de un 2,4% de los 230.352 niños nacidos vivos el 2004, de los cuales 33.000 son hijos de madres entre 15 y 19 años y 906 de niñas bajo los 15 años y según las últimas estimaciones realizadas por el  MINSAL esta cifra se incrementó a 38.000 y 1.080 respectivamente en el 2006.

Según datos obtenidos del “OCTAVO ESTUDIO NACIONAL DE DROGAS EN POBLACIÓN ESCOLAR DE CHILE, 2009, realizado por el CONACE nos indica que el consumo de marihuana en los últimos años es muy similar a los obtenidos anteriormente pues  las declaraciones de consumo para el año 2001 alcanzaron a 14,8%, pasando por un 15,6% el año 2007, para llegar a un 15,1% en el año 2009. Lo anterior no debe interpretarse como una disminución del consumo de marihuana en población escolar, ni como la única droga presente en el mundo estudiantil, ya que el consumo de pasta base y cocaína, alcanza la sorprendente cifra del 2,6% y 4,5% respectivamente. Si se examinan datos del Conoce sobre consumo eventual de alcohol, es decir, por lo menos una vez al mes, los resultados arrojan que un 37,9% de los adolescentes consume alcohol en Chile. El mismo estudio (2007) señala que el 45% de los adolescentes chilenos no  considera peligroso el consumo del alcohol y, en promedio, los jóvenes comienzan  a beber entre los 13 y 14 años.

 

 

No podemos dejar fuera de estas problemáticas temas como la depresión, los problemas familiares y el suicidio juvenil, el que también presenta cifras alarmantes desde el año 2000, cuando el MINSAL informo que se suicidaban cuatro de cada 100 mil personas entre 10 y 19 años, cifra que para el año 2010 se elevó a ocho y se estima que para 2020 se llegará a 12 suicidios por cada 100 mil jóvenes, lo que representa un incremento del 200 por ciento.

Esta problemática muestra claramente la necesidad imperiosa de la inclusión de un espacio formal y “Real” para el trabajo de las distintas temáticas contemporánea antes planteadas, debido a que es de conocimiento público lo deficiente de los planes de prevención e intervención desarrollados por instituciones ajenas a los distintos centros educacionales y a los limitados espacios que presenta el currículo educacional, que no destina más de una hora semanal para el trabajo de estas problemáticas. Finalmente debemos mencionar toda la problemática se ve acrecentada por que en la actualidad la mano de obra femenina ha aumentado considerablemente lo que a traído aparejado la ausencia de padres fiscalizadores y educadores en los hogares, transformando a los centros educativos, en las únicas instituciones formadoras e irradiadoras de valores, lo que deja al descubierto la necesidad de abordar esta responsabilidad, por parte del ministerio de educación.

Por lo antes expuesto proponemos la creación de un proyecto de Ley educativa para jóvenes y niños desde la enseñanza básica y enseñanza media centrados en la educación personal y social de cada individuo, centrado en 5 iniciativas estructurales:

 

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Inclusión en el curriculum formal de una nueva asignatura llamada ‘Formación juvenil’ utilizando las horas de libre disposición de cada establecimiento.

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Creación de un marco curricular guiado por una encuesta a la población educativa para conocer las necesidades de los jóvenes.

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Asignación de recursos para visitas explicativas y talleres recreativos de profesionales relacionados con las áreas a tratar.

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Formación de docentes especialistas para la asignatura, requiriendo el perfeccionamiento de docentes sobre el tema.

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Asignación de tiempo y recursos necesarios a los docentes, para la preparación y aplicación de las actividades.

 

 

Es importante crear un espacio como asignatura ya que la educación además de entregar contenido, debería entregar una formación integral y valórica.

 Aparte ha sido el colegio a lo largo de la historia el encargado de formar ciudadanos es por esto que es donde debemos partir para solucionar el problema de la sociedad