Independencia y Pensamiento social

Diariamente podemos observar que la gente de nuestro país ha comenzado a manifestarse, exigiendo sus derechos y expresando aquello en que están en desacuerdo. Podemos calificar este comportamiento como una acción necesaria para los cambios sociales que nuestra patria requiere.

Uno de los grupos sociales que ha comenzado a manifestarse de manera fuerte son los jóvenes de Chile, mostrando su descontento con el sistema que se les impone en el ámbito educacional. Son muchos los jóvenes que han levantado la voz exigiendo mejoras, sin embargo, no todos los que han salido a las calles están completamente informados de por qué se movilizan, qué es lo que están pidiendo o bien como realmente funciona el sistema. Muchas veces la masa sigue a un grupo minoritario que tiene sus convicciones claras y saben por lo que están luchando, incluso muchos de ellos llegan a incurrir en actos de violencia durante las protestas.

La principal causa de esto es que a los jóvenes de Chile no se les enseña a defender lo que les interesa o a ser independientes en su manera de pensar, por lo que simplemente siguen ideas que les imponen otros y no se preocupan de pensar por ellos mismos. Claramente hay un déficit en la educación chilena que no entrega ninguna instrucción en esta materia. La Constitución señala fehacientemente en el artículo 19 del capítulo III que “La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida”, por lo tanto es una obligación del Estado entregar y fiscalizar que dentro de los establecimientos educacionales se le entreguen a los jóvenes las herramientas para desarrollar un espíritu crítico, un pensamiento criterioso y una mentalidad que busque incansablemente el bien común.

Proponemos que se establezca un subsector obligatorio dentro de la malla curricular de los cursos de 7° y 8° básico y a la totalidad de la enseñanza media denominado “Independencia y Pensamiento Social”, el cuál está enfocado en lograr un desarrollo superior sustentado en la base del conocimiento. El fin de esto es lograr que los estudiantes sean capaces de pensar de manera independiente, dejando de ser entes influenciables y manipulables, que puedan desarrollar un pensamiento crítico bien fundamentado con respecto a su núcleo social y que, en el corto y mediano plazo, puedan desenvolverse como agentes para desarrollar reformas y cambios sociales que Chile necesariamente debe sufrir para poder convertirse en una nación desarrollada.

Sabemos que los estudiantes son el futuro de nuestra sociedad y debemos canalizar todo nuestro esfuerzo en ellos. Este subsector se debe concentrar completamente en el desarrollo del criterio de todos los jóvenes, no es suficiente con dar una simple pincelada en otras materias. Es nuestro deber instaurar esta asignatura que formará jóvenes independientes y con su propio pensamiento. No podemos aceptar que el futuro de nuestra sociedad sea manipulado como un títere por un grupo minoritario de políticos que, en ocasiones, no son líderes ideales y sólo buscan sus propios intereses en lugar del bien común.