Creación del servicio nacional de áreas silvestres protegidas

Nuestra iniciativa se centra en el área ambiental, la cual hemos clasificado como un mensaje. El origen del problema se basa en la debilidad del  sistema nacional de áreas silvestres protegidas por el estado (SNASPE); sistema encargado de la protección de los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, que abarcan una totalidad de 14,5 millones de hectáreas del territorio nacional y cuya clasificación se deriva de la convención de Washington del año 1977. La SNASPE depende administrativamente de la CONAF, cuyo principal objetivo es el control, explotación y fomento de la actividad forestal, tal cual lo dispone la ley n° 18.362, despreocupando su labor protectora de nuestro patrimonio natural protegido por el estado de Chile. Recordemos que en la actualidad la CONAF es regulada por derecho privado, pero recibe aporte estatal.

En la actualidad las leyes  existentes son la Ley 18.362 y la Ley 19.300, las que solo se enfocan en el trabajo administrativo de este sistema, y no regulan de forma real la protección y desarrollo de las áreas  silvestres, lo que claramente es un retraso que afecta el progreso de nuestro país. De acuerdo a esta normativa constitucional la SNASPE se mantiene como un sistema de baja jerarquía que en la práctica no tiene relevancia ni determinación dentro del ámbito del cual se encarga. De acuerdo  al mensaje N° 596-358, enviado por el presidente de la republica, en enero de 2011, propone la creación  del Servicio Nacional Forestal CONAF, y en el cual no hace ninguna modificación a la SNASPE manteniéndose el funcionamiento habitual de este sistema.

Desde este punto, nuestra intención es proponer la creación del servicio nacional de áreas silvestres protegidas. Institución de derecho público que tendría como objetivo velar por  la preservación, protección y desarrollo de nuestras áreas silvestres para que la administración de estas sea más eficiente y así evitar a lo largo del país, entre otras cosas, desastres naturales como los que han afectado al parque nacional torres del Paine, uno de los más importantes de nuestro país. Por otra parte se busca fomentar el desarrollo ecológico y así fortalecer el turismo sobre todo en aquellos sectores donde esta actividad es determinante para el desarrollo de las comunidades locales. Para aprovechar el trabajo ya realizado y los recursos existentes, la administración estará a cargo de la misma dotación de personal con el que cuenta la CONAF, por lo cual solo se traspasarán los funcionarios de la corporación al servicio dedicándose a labores exclusivas dentro de este.

Con este propuesta lograremos un servicio que pueda ser capaz de mantener el equilibrio ambiental y generar iniciativas que fomenten el desarrollo de estas mismas, realizar un trabajo en base a conocimientos técnicos procurando reunir y analizar  información relevante de las distintas zonas y contar con recursos humanos suficientes que permitan actuar de forma oportuna y profesional ante cualquier emergencia ambiental que dañe los diversos ecosistemas que alberga nuestro país. Concretamente, planteamos:

-La creación de un “inspector de parque” con un rol similar al que poseen los inspectores municipales y los guardaparques,  que tengan la capacidad de sancionar aquellas infracciones que atenten contra el bienestar de la naturaleza en base a un reglamento.

-La creación de una comisión investigadora que regule el impacto ambiental producido en las áreas silvestres donde exista la intervención de privados con fines de lucro, que se encargue de evaluar aquellos eventuales desastres  que ocurran dentro de la zona, apoyados por un grupo de especialistas en el tema y que dicha comisión fomente el desarrollo científico.

-Establecer cobros diferidos para habitantes de la zona, ciudadanos del país y extranjeros. Del total recaudado en cada parque un porcentaje de entrada se mantendrá en este para su mantención y desarrollo.

En conclusión, creemos que es de gran importancia la creación de esta entidad pública, que se encargaría únicamente de los 14,5 millones de hectáreas que están bajo la protección del estado de Chile, dependiente del ministerio de medio ambiente, y cuyas funciones centrales se avocarían a la protección, preservación, desarrollo e investigación dentro de las áreas silvestres protegidas que a lo largo de todo el territorio nacional son un fiel reflejo de nuestro rico patrimonio natural, del que en la actualidad tan poco nos preocupamos y que sin duda son el futuro de Chile.