Energía solar en la infraestructura escolar

Nuestro planeta atraviesa por graves problemas medioambientales, los que han provocado el denominado: “calentamiento global”.

Queremos ser parte de una solución a este problema, es por esto, que hemos enfocado nuestra iniciativa de ley en la utilización de energías renovables no convencionales (ERNC), específicamente, energía que se produce a través de paneles solares. Estos paneles captan la luz solar y la transforman en energía eléctrica.

Es preciso destacar que la infraestructura que se requiere para su funcionamiento no implica la intervención de grandes espacios, evitando un efecto negativo en el medioambiente. A diferencia de la energía convencional, no contamina, ni trae consigo la dependencia de economías extranjeras.

Algunas iniciativas en el uso de ERNC en Chile son: la Clínica Dávila[1] y el Centro Penitenciario Femenino de Antofagasta, que el pasado 21 de junio, inauguró el uso del sistema de paneles solares, lo que le ha permitido contar, por primera vez, con agua caliente[2]. Otro interesante uso de la energía solar se presenta en la región de Coquimbo. En esta zona se han instalado paneles solares en  la intendencia[3] y un colegio.

En la necesidad de avanzar en estas materias, los dos últimos gobiernos han intentado encauzar sus políticas al uso de ERNC, pero sin mucho éxito. En este contexto, el año 2005 se aprobó la ley N°20.018, que estipuló que al año 2010 el 5% de la electricidad que requiere el país debía provenir de ERNC. Con profundo pesar, debemos decir que solamente hemos alcanzado el 3%. Junto a ello, el 21 de mayo de 2010 se anunció una nueva meta que establecía el uso de ERNC del 20%, pero no se envió el proyecto al congreso.

Un estudio realizado por la consultora Valgesta Energía, encargado por la Asociación Chilena de Energías Renovables, ha puesto de manifiesto el beneficio que para la economía del país significa el uso de las energías alternativas. Quedó demostrado que el año 2010 y con sólo el 3% de ERNC inyectado al Sistema Interconectado Central, se redujo el costo promedio de energía en 3,3%, ahorrando al país 129 millones de dólares en un año de consumo eléctrico. Si se hubiese logrado la meta propuesta de un 5% al año 2010, tal como establecía la ley, el ahorro hubiera alcanzado los 165 millones de dólares.

Considerando todo los antecedentes expuestos, proponemos la instalación de paneles solares en colegios y liceos de nuestro país y que esta implementación se realice por etapas, comenzando, por la región Arica y Parinacota y progresivamente hasta alcanzar la totalidad del territorio nacional. La instalación progresiva, permitirá una adecuación económica del proyecto y lo que se ahorra en gasto energético se invierte en la siguiente región.

En este sentido, los recursos que se inviertan en la implementación de este sistema, se recuperarán, lo que permitirá al Estado financiar futuras instalaciones en otros establecimientos educativos del país. Cuando el sistema funcione de manera global, los ingresos que se generen, dada la reducción en el gasto energético, permitirá a cada colegio contar con recursos para mejoras en infraestructura o en iniciativas educativas acordes a sus necesidades particulares, lo que se traducirá en un potencial aporte a la calidad de la educación.

Nuestra iniciativa de Ley, tiene la función de mandar, ya que exige el cumplimiento del requisito de utilizar energía solar en los establecimientos educacionales que desean ser reconocidos por el ministerio de educación. De esta manera, modifica los decretos, resoluciones y leyes referentes al reconocimiento de colegios y liceos.

Para los establecimientos ya existentes planteamos una incorporación progresiva por regiones, teniendo como meta el año 2030, fecha en que debe a lo menos, estar más de la mitad de los establecimientos del país, indistintamente su régimen (municipal, particular subvencionados o particular) incorporada la energía solar a su infraestructura.

Todo lo planteado hasta aquí, está en concordancia con las resoluciones que al respecto han surgido desde la Organización de Naciones Unidas, esto es, legislación de carácter internacional a la que Chile adhiere. Además, esta ley vendría a cubrir la inexistencia de leyes que regulen el uso de ERNC en establecimientos educativos.