Establece subvención especial para establecimientos que promuevan el talento y la inserción de sus estudiantes en el mundo del trabajo


José Agustín Alfonso - PEDRO AGUIRRE CERDA - Región Metropolitana de Santiago



Nuestro sistema escolar no aprovecha adecuadamente la multiplicidad de intereses y aptitudes de los estudiantes, promoviendo una enseñanza uniforme para todos, lo que frecuentemente resulta poco interesante para éstos. Además, las asignaturas mínimas del currículo suelen tener escasa relación con lo que está ocurriendo en el mundo del trabajo, lo que impide a los estudiantes elegir una carrera teniendo algún grado de familiaridad respecto a sus implicancias reales.

Lo anterior incide de manera importante en los altos índices de deserción que se observan en la educación superior. En efecto, la última información oficial disponible respecto a esta materia, publicada por el Servicio de Información de la Educación Superior (SIES) en la página web mifuturo.cl (Proceso 2010), revela que, considerando sólo los programas de Pregrado, la retención promedio en Universidades alcanza sólo un 74,5%, en los IP un 63,4% y en los CFT un 65,7%.

En este contexto, llama la atención que los incentivos que entrega el sistema educativo nacional a través del MINEDUC, se centran principalmente en los resultados de las pruebas SIMCE, lo que refuerza que los colegios destinen más tiempo a las asignaturas mínimas, especialmente Lenguaje y Matemáticas, incluso en las horas de libre disposición.

En este sentido, resulta ilustrativo que un porcentaje sumamente bajo de establecimientos tenga cursos electivos (distintos a los del currículo mínimo) aprobados por el Mineduc. En efecto, hemos comprobado esta tendencia a través de diversas consultas efectuadas vía Ley de Transparencia: por ejemplo, la región de Antofagasta sólo tiene 2 (de 159) establecimientos con este tipo de cursos, y las regiones de Atacama y Aysén no tienen ninguno (no todos los Seremis han respondido a la fecha).

Si bien en los últimos años ha ido creciendo el interés por el tratamiento de las Necesidades Educativas Especiales (el MINEDUC entrega una subvención extra a los colegios que atiendan alumnos con éstas), no existe ningún estímulo en el sistema educativo para que los establecimientos detecten las aptitudes e intereses de sus estudiantes, y desarrollen cursos o talleres que las promuevan. Tampoco se observan estímulos para que los colegios, con excepción de los técnico-profesionales, intenten vincular a sus estudiantes con las realidades propias del mundo del trabajo.

Por tanto, nuestra propuesta de ley consiste en crear una subvención especial para aquellos establecimientos que diagnostiquen aptitudes e intereses en sus estudiantes, y desarrollen cursos para fomentarlos, de los cuales a lo menos el 50% deberán realizarse con el apoyo de invitados certificados que permitan acercar a los estudiantes al mundo del trabajo. Dichos profesionales deberán haber prestado servicios profesionales a lo menos durante 6 meses en los últimos 3 años por un tiempo mínimo de 22 horas semanales, en lugares distintos a establecimientos de educación parvularia, básica o media.

Los cursos señalados deberán promover el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje establecidos en la Ley General de Educación y/o en las bases curriculares que correspondan, ser desarrollados en coordinación con los profesores de las asignaturas cuyos objetivos de aprendizaje coincidan con el curso respectivo y contar con a lo menos 3 actividades en terreno cada trimestre. Sus calificaciones se agregarán a las que correspondan a las asignaturas que impartan los profesores que participen en éstos, con una ponderación total de a lo menos un 30%.

En caso que el contenido de uno de estos cursos coincida con la preparación necesaria para participar en un torneo de nivel regional o nacional en el que participen más de 20 colegios, la subvención especial será aumentada en caso que el equipo del respectivo establecimiento obtenga el primer, segundo o tercer puesto.

                Esta subvención especial se pagará por asistencia media de los estudiantes al curso (monto de 0,26 USE mensual por alumno), y deberá ser invertida prioritariamente en apoyar el desarrollo de estos cursos, de acuerdo al Plan que desarrollen sus integrantes, en conjunto con los profesores e invitados certificados respectivos. Un reglamento deberá determinar los detalles operativos de esta subvención.

                Como esta ley incide en la administración presupuestaria del Estado, deberá iniciarse vía Mensaje del Presidente de la República. Se trataría de una ley simple. Los recursos adicionales que se requerirán podrían obtenerse del proyecto de ley que perfecciona la legislación tributaria y financia la reforma educacional (Boletín Nº 8369).