Ley de energía nuclear: “Apostemos hacia el cambio energético que Chile necesita".

                                                                      Colegio Horizonte

                                                                                         Región de la Araucanía.

Según el diario La Tercera, la realidad energética chilena sorprende a los ciudadanos, pues parece que viviéramos en peligro de crisis permanente, ya sea por sequías, falta de gas natural, alto costo de la electricidad, estrechez de los sistemas de transmisión, etc.

Por otra parte, en el último tiempo se han hecho evidentes las desastrosas condiciones de los sistemas de transmisión, tanto en el Sistema Interconectado Central como en el Norte Grande, lo cual es producto de una mala planificación que ha tratado de minimizar las inversiones en este rubro. Lo anterior,  ha redundado en que vivamos en riesgo de estrechez de oferta permanente, precios altos y amenazas de black out.

           Actualmente estamos siendo abastecidos por los recursos naturales que Chile como país “rico” posee, pero estos son recursos cada vez más caros y cada vez menos eficientes. Por nombrar algunos casos : la energía eólica y la energía solar están presentes en Chile , pero como en la noche el sol no brilla y el viento disminuye su potencia, no se obtiene la energía suficiente. La energía eólica es muy cambiante y no se presenta en todos los lugares con la potencia necesaria, aparte de ocupar mucho terreno.

En cuanto a la energía solar el impacto ambiental para poder dar energía a una ciudad es gigante, dada la cantidad de paneles solares necesarios para generar esta energía

Es por esto que pensamos ¿Qué pasaría si utilizamos energía nuclear en nuestro país?

Jimena Bronfman, explicó que la existencia de una central nuclear ayudaría a Chile principalmente a no depender de limitados proveedores de combustibles para la generación de electricidad, como sucede con el gas argentino y así evitar crisis energéticas como la vivida en 2007.  Asimismo, de acuerdo a las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la utilización de este tipo de energía ayudaría a combatir el cambio climático, porque no emite gases contaminantes como las centrales termoeléctricas durante su proceso de combustión.

Por otro lado  todos sabemos que  Chile es un país sísmico, pero eso no impide la creación de estas tres pequeñas centrales.  Según Fernando López, director ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN),  “las centrales nucleares estás diseñadas y fabricadas con tecnología de punta con altos estándares de seguridad y pueden soportar sismos de altos valores”. Se agrega además un estudio encargado por el Ministerio de Energía al Departamento de Geología de la Universidad de Chile, las que afirmaron que la alta probabilidad de ocurrencia de eventos naturales catastróficos no es un impedimento para la instalación de una planta nuclear de potencia. Consideramos que no debieran ocurrir problemas  si se toman todas las medidas necesarias y sujetas a las normas de seguridad pertinentes.

Es por esto y más, que la utilización de esta energía  en otros países de Latinoamérica  y alrededor del mundo, nos ha llevado a pensar en la energía nuclear como una de las mejores opciones para Chile, tras evidenciar la situación actual.

Proponemos la creación de un sistema central de energía compuesto de  tres pequeñas plantas nucleares que generen energía para todo el país,  considerando a la energía nuclear como una de las mejores fuentes  de producción de energía.

Establecemos para este proyecto de ley lo  siguiente:

1.  1.-  La creación de las  tres pequeñas centrales de energía nuclear  en lugares propicios electos minuciosamente y bajo un efectivo análisis científico profesional.

2. 2.- La creación de un organismo regulador independiente al gobierno, fundamentado en el informe de Barros Errázuriz en conjunto con la facultad de derecho de la Universidad de Chile, basados en el colegio de ingenieros. Se debe asegurar que: “el organismo, que tendrá a su cargo el cumplimiento de los estándares de seguridad tecnológica y física de las instalaciones, tenga la suficiente autonomía para tomar decisiones, y eventuales medidas coercitivas, sin interferencias o presiones de ningún tipo. Lo anterior, además, va de la mano de la necesaria credibilidad pública del órgano regulador, aspecto sustancial para lograr el apoyo ciudadano, lo que descansa en la independencia tanto de otras organizaciones gubernamentales como de grupos económicos que promueven tecnologías nucleares”. Además, esto va de la mano de la independencia suficiente como para enviar un presupuesto anualmente al congreso, órgano ajeno al gobierno, para asegurar el eficiente funcionamiento de las centrales, generar energía eléctrica mediante la energía nuclear lo que supone un importante ahorro de emisiones de gases contaminantes como lo son el CO2 y otros más generados a partir de la quema de combustibles fósiles. Incluso, incurriríamos en un ahorro de combustibles fósiles, que están siendo sobreexplotados y tienen riesgo de acabarse.

3.  3.-  La Creación  de una  campaña de imagen en la que debería invertir el Estado,  es decir una  campaña de opinión pública que deberá sensibilizar a los chilenos sobre la importancia de contar con energía nuclear y que además elimine el estigma de “ energía peligrosa” que existe por la desinformación ciudadana.

4.   4.- Contar con altas medidas de seguridad  desde los inicios de la construcción  de las centrales,  incluyéndose la incorporación de agua en la parte inferior  de cada planta para el enfriamiento de los reactores nucleares y que impide principalmente la propagación de la radiación a través de la tierra, además de un recambio de personal capacitado que trabaje directamente en planta por un máximo de seis meses en primera instancia.

5. 5.-  Abastecimiento de los puertos que deben estar asociados al reactor los cuales  recibirán cada tres años la carga de uranio necesaria para alimentar la central. “25 toneladas de combustible nuclear por año, 75 toneladas en total”, precisa Sierpe, el que entraría directo a la central sin necesidad de ser transportado por tierra. El uranio se compraría vía leasing a los países productores, sistema que hoy promueve con intensidad la OIEA y que supone que el país que hace la venta se lleva de regreso los tubos en desuso para reciclarlos. Bajo esta mirada, las tres centrales que tendríamos en 20 años en la costa nortina se desentenderían de los desechos y sus efectos.

6.  6.-  A mediano plazo una mejora en  la calidad del aire y por ende una disminución del riesgo de enfermedades pulmonares causadas por el mal estado de nuestro ambiente. Al ser una alternativa a los combustibles fósiles, se disminuiría el uso de petróleo y carbón, los cuales, al ser quemados, emanan gases fuertemente ligados a los cambios climáticos y por consiguiente, al calentamiento global.

7. 7.- Por ultimo proponemos una disminución considerable del valor de la electricidad, haciendo  factible incluso, la utilización de  esta energía como medio de calefacción, lo que sería beneficioso para todos los chilenos.

Ley de energía nuclear al ser considerado un mensaje,  pretende utilizar recursos del estado como un aporte inicial. Debido a las características de este proyecto de ley, afirmamos que este proyecto  permite la creación de centrales nucleares en Chile. Lo anterior no se encuentra en discusión en el congreso ni existe una legislación vigente ya que  en Chile no se ha utilizado la energía nuclear para la producción de energía eléctrica por ende se considera necesaria y de urgencia una ley de estas características.

No podemos seguir permitiendo los altos costos de mantención  eléctrica que hoy en Chile existen, ni tampoco podemos seguir ignorando la constante crisis energética  que vivimos.

Creemos fehacientemente que es  posible sacar adelante a un país que todavía depende de las termoeléctricas y que pretende implementar hidroeléctricas de alto impacto ambiental ,  por lo que reiteramos : APOSTEMOS POR EL CAMBIO ENERGÉTICO QUE CHILE NECESITA.